Se enteró mucha gente en aquel año (por ahí de 1999) que una hermosa y voluptuosa mujer, amiga del chanclas, un cliente de gusto fino al Coñac, de lo que ella fue capaz de hacer pues quería disfrutar un famoso mintjulep con el susodicho chanclas, pero ¿Cómo entrar a la famosa Cantina del club de Tobi repleta de distinguidos y letrados caballeros sin ser identificada y mucho menos molestada?
¡Se infiltro! así es, emulando a aquellas mujeres valerosas se vistió con la casaca de color blanca de suave algodón de un mesero, se recogió el pelo y con verdadero arte se dibujó en el rostro un ancho y prolongado bigote Villista y con charola en mano llego a la mesa del chanclas sirvió los tragos dio la espalda a la concurrencia y a chupar que es gerundio, eso cuenta la concurrencia.
¡Salud!